Frente a los días aciagos que se ciernen sobre Medio Oriente, más aciagos todavía que los actuales, un testimonio de periodistas rusos que vivieron en la Siria anterior a la guerra civil. ¿Estamos en pleno proceso de destrucción de las naciones que tienen alguna aspiración de independencia? ¿Es casualidad que la inetervención "occidental", política, militar indirecta y directa concluya siempre en una persecución a las antiquísimas comunidades cristianas de la región?
Resulta provechoso meditar sobre la declaración del Metropolita Hilarión, de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú que ha dicho: «Una vez más miles de víctimas serán sacrificadas en el altar de una imaginaria democracia». Entre ellas, según el metropolita, estarán antes que nada «los cristianos, de cuya suerte nadie se preocupa». Justamente ellos «corren el peligro de convertirse en los principales rehenes de la situación y las principales víctimas de las fuerzas extremistas radicales, que con la ayuda de los Estados Unidos llegarán al poder». «La comunidad internacional debe hacer todo lo posible para evitar que los eventos se desarrollen de esa manera». (Fuente: Inside The Vatican)
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